" Los ingenieros economistas ganan de cuatro a diez veces el sueldo de un ingeniero real. Los últimos construyen edificios, pero los economistas tan sólo sueños... que se pueden convertir en pesadillas"
Esta es una historia acerca de cómo un grupo de personas reparte y se come un pastel, y de la factura que tiene que pagar el resto del mundo...
Podría haber sido escrita por cualquier guionista de Hollywood. ¿Sus ingredientes? Codicia, corrupción, drogas, prostitución... Sería una historia muy comercial, pero resulta que es la causa detonante de una crisis mundial.
Este documental, que debería ver todo el mundo, explica de manera muy esquemática, pero profunda en sus entrevistas a economistas reconocidos, las causas y los promotores de este supuesto cambio de ciclo. El capitalismo salvaje que surge en la década de los ochenta a partir de las desregularizaciones en EEUU nos ha llevado a un final que nadie previó, sobre todo aquellos que se enriquecieron. La política económica de los estados necesita regular la economía. Como la acertada metáfora que explican en el documental, lo que sucede al regular los bancos es la partición, como se hacer en los petroleros para evitar que se hundan (se subdividen los depósitos con una carga igual).
Sin embargo, en los ochenta, dos grandes bancos se fusionaron para crear el mayor banco mundial. A la vez, los altos cargos del gobierno en materia de economía ( presidentes de fondos federal, tesoro y ministros de economía) eran miembros de esos bancos, o lo habían sido con anterioridad, defendiendo en sus nuevos poderes la importancia y seguridad de evitar que los estados los regulasen. Se aprobaron leyes en contra y también permitieron que los bancos se expandiesen. Llegados a este punto, todos nos preguntamos qué significaba eso para nosotros.
Los bancos dejaron de mover capital para directamente jugar con él, creando distintos tipos de crédito como el subprime, inasumible. Las agencias de calificación concedían las más altas calificaciones a los bancos para que los inversores les confiasen sus ahorros. Corruptos, siguieron adjudicando los valores más altos a diversos bancos el mismo día de su quiebra. Todos los economistas vieron venir lo que ocurrió, pero nadie quiso decirlo, porque mientras los bancos necesitaban ser rescatados con dinero público, sus altos cargos recibían compensaciones económicas de millones de dólares. Sin embargo, el cómodo nivel de vida que consiguieron nuestros abuelos y padres, la sanidad, la educación, el futuro, sea cada vez más sacrificado.
Sin citar nombres, es muy triste saber que los que crearon esta crisis siguen libres, millonarios y permanecen a la derecha de Obama en un gobierno que sería democrático. Resulta dramático pensar que miles de millones de personas están pagando algo que no crearon. ¿Existe de verdad justicia? ¿ Por qué se juzga a un ladrón de banco o de joyería y no a esas personas mundialmente conocidas que han robado a una humanidad desamparada? ¿Por qué nadie busca a los ladrones en Wall street, en los aviones privados o en los Hamptons?
Está claro que estamos ante un cambio de ciclo. Tal vez un retroceso ante tanto ganado. El capitalismo salvaje que produjo la desaparición de la sombra comunista nos ha llevado a esto y ahora, al contrario que en otras ocasiones, no existe ningún modelo distinto a adoptar. El mundo que se extiende ante nosotros resulta más oscuro que nunca.
Y el problema sigue ahí, porque en donde las personas veían esfuerzo, necesidad, trabajo, futuro y sueños, los economistas solo vieron números.
( A todos aquellos que no hayan visto el documental, no se lo pierdan. Se quedarán furiosos)
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