Mientras transcurre el curso llega un momento en el que la ciudad te parece gris, el frío te cuartea la piel, anochece demasiado pronto e incluso las ideas brillan por su ausencia. Sucede que a veces, tienes la fortuna de disponer de tiempo y dinero para cometer pequeñas locuras.
Así es que, harta de la vida en una capital de provincias, me abracé a la idea de una escapada planteada la noche del jueves. Abrigada, con paraguas y con sueño nada me impediría salir de esta ciudad. Ni tan siquiera los 3º bajo cero anunciados ni las nubes tormentosas amenazantes sobre el mapa. Y así, con esa guisa, me presenté en la capital, ávida de perderme por sus calles, de calarme hasta los huesos si hacía falta o de colarme en alguna cola si era necesario.
¿Y qué resultó de todo esto? Un gran fin de semana, una ducha en la que acabé calada de bombillas encendidas en mi cabeza, una carrera sin destino por Madrid, un lunes que lo ha sido un poco menos por el grato recuerdo de los días anteriores.
No hay nada como salir, perder el contacto por poco que sea y respirar un aire concentrado - no sólo de contaminación, sino de energía. Encontrarse con una amiga, refugiarse para merendar, pasear y perderse, sentarse a tomar el sol, disfrutar de una exposición o poder manifestarse por todo lo que nos están quitando...
Volver, y sentir que aunque siga aquí, algunas cosas han cambiado y que hoy, eres más feliz que ayer (pero menos que mañana)...
 |
"Le Pain Quotidien" un lugar especial en el que refugiarse una tarde de lluvia. |
 |
MATADERO, un sitio para quedarse |
 |
Jugando en "la casa del lector". |
 |
Como un caracol tras disfrutar de la exposición de "El joven Van Dyck". |
 |
Las maquetasde Ma Yansong en el ICO no tienen desperdicio. |
 |
"Los Carpinteros" un incendio cubano en el Matadero, con mucho de infierno. |
 |
¡¡¿Habéis visto los sobres?!! |
Comentarios
Publicar un comentario