Tras tres horas, y con dolor de piernas mediante, salí extasiada y maravillada a partes iguales de una de las exposiciones del año, "Elles font l'abstraction". Me gustan los museos y sus exposiciones, pero es cierto que deben tomarse en pequeñas dosis. Evitar las indigestiones de datos y también, por qué omitirlo, el dolor de cervical de tanto cartel no parecen un problema de esta retrospectiva del Pompidou. La realidad es que, muy al contrario, llegué a la última sala leyendo hasta el último y recóndito cartel (porque la obra era un rodapié) y deseando retener en mi memoria todo lo que había visto. Y puedo afirmar que no fui la única.
 |
Extracto de "Which in the world", Shirley Jaffe, 1957 |
Es una exposición que podría haber muerto por su propio éxito, sobre todo por un aforo que en algunas ocasiones no llega a cumplirse. ¿Cómo evitar aglomeraciones cuando en la primera sala descubres a una artista abstracta en pleno siglo XIX? No es oro todo lo que reluce y evidentemente hay etapas de la abtración que me interesan más que otras, y eso también se aprecia en la concurrencia. Hubo artistas que me dejaron boquiabierta y otras cuyas obras me dejaron indiferente (ups, ¡herejía!) y cuyas teorías no compro. Sin embargo, qué fresco, qué libre y qué nuevo fue todo.
El recorrido comienza en el siglo XIX y cronológicamente va recorriendo centenares de artistas explicándolas en su contexto, en sus vanguardias, en su salsa, hasta llegar a la década de los 80. Mujeres precursoras de nuevas técnicas, de nuevas artes... mujeres encumbradas y apoyadas por sus maridos, y sus compañeros, y otras desaparecidas bajo la fama de éstos y la opinión pública. Nombres y más nombres en cien años de historia del arte abstracto.
Si podéis escaparos, tenéis todavía un mes para extasiaros como yo. Sea como sea, mi única voluntad tras esta exposición preciosa es que dentro de otros cien años no haga falta hacer una retrospectiva específica que use un pronombre personal para describir su contenido, sino que ese "elles" (y esos ellas) sean erradicados por permanentes en las colecciones de todos los museos del mundo.
Felices vaciones,
L.
 |
Georgiana Houghton, que ya hacía estas acuarelas a finales del s.XIX
|
 |
Mi amor eterno por Sonia Delaunay
|
 |
Vanessa Bell, artista polifacética y hermana de Virginia Wolf
|
 |
¡Ay las vanguardias rusas! Alexandra Exter, señoras y señores... |
 |
Baja calidad pero mis dos amores: la Hepworth y don Gonzalo.
|
 |
¿Alguien dijo Pollock? Ahh, que es de su mujer Lee Krasner... |
 |
Sutil y maravillosa. Berenice Abbot
|
 |
Mi afición al colorín saciada por Alma Woodsey Thomas
|
 |
y con Howardena Pindell |
Comentarios
Publicar un comentario