Si algo me gusta mucho, además de la arquitectura y viajar, es el cine. Es gracioso porque el séptimo arte tiene algo de las cosas anteriores. Parafraseando a un querido amigo, el cine es poder vivir mil vidas. A veces me planteo que de haber sabido de pequeña que existían profesiones tan bonitas como las direcciones de arte, igual me habría lanzado de cabeza... pero la arquitectura era mucho más conocida en nuestra lista infantil de profesiones y parecía más tangible. Escribo un martes que aquí en Francia huele a frambuesas, a fresas, a cerezas y sobre todo a jueves. Y menos mal, porque conociéndome, estaría escribiendo la casa de mayo en junio. Dios salve a los festivos nacionales, que tan poco agradecidos están siendo este año en el país de las baguettes. Pero volviendo al tema que nos reúne cada mes, mi maleta de este largo fin de semana lleva un poco de todo, desde crema solar hasta bufanda, y tiene como dirección las Landas. Porque mi destino se esconde en el Paí...