Si algo me gusta mucho, además de la arquitectura y viajar, es el cine. Es gracioso porque el séptimo arte tiene algo de las cosas anteriores. Parafraseando a un querido amigo, el cine es poder vivir mil vidas. A veces me planteo que de haber sabido de pequeña que existían profesiones tan bonitas como las direcciones de arte, igual me habría lanzado de cabeza... pero la arquitectura era mucho más conocida en nuestra lista infantil de profesiones y parecía más tangible.
Escribo un martes que aquí en Francia huele a frambuesas, a fresas, a cerezas y sobre todo a jueves. Y menos mal, porque conociéndome, estaría escribiendo la casa de mayo en junio. Dios salve a los festivos nacionales, que tan poco agradecidos están siendo este año en el país de las baguettes.
Pero volviendo al tema que nos reúne cada mes, mi maleta de este largo fin de semana lleva un poco de todo, desde crema solar hasta bufanda, y tiene como dirección las Landas. Porque mi destino se esconde en el País Vasco francés, entre suaves colinas y un horizonte verde, y lo descubrí gracias al cine, más concretamente, a la película "Mon chien stupide" de Yan Attal.
La casa Cherenda fue la casa familiar del arquitecto Jean-Raphaël Hébrard construida en 1971 y es una preciosa casa de 670 metros cuadrados que se despliegan sobre la topografía, se fragmentan y que son cubiertos por extensos y bajos tejados que no luchan pero si acogen. En el interior los espacios sorprenden por su magnitud. Las líneas oblicuas acentúan los espacios y crean líneas de fuga que intensifican la profundidad. Sus grandes ventanales volcados hacia las vistas sorprenden, y sobre todo, a pesar de exhibir, crean una cálida sensación de hogar con sus grandes carpinterías. Todo con una escala amable (creo que ése es el secreto) y con una modernidad que recoge las tradiciones de la arquitectura vasca, elementos sin grandes gestos ni extravagancias, y que potencian la madera, los muros de piedra, las estructuras de madera maciza y los grandes tejados de teja.
Jean Raphaël Hébrard desarrolla una arquitectura regionalista crítica en las Landas y el País Vasco. Asociado a André Grésy, ha construido varios pueblos de vacaciones en la costa, la antigua Caja de Ahorros de Bayona, hoy destruida, así como la sede de HLM de Bayona y la Torre 2000 en Burdeos.
Su obra más conocida es sin duda el Village Holiday Family (VVF) en Anglet, inmenso transatlántico de vacaciones diseñado para impulsar un nuevo turismo de vacaciones en la zona.
Me encanta cuando en una película puedes pasearte por un espacio y descubrirlo. Y sobre todo, cuando la excelente dirección artística consigue darle el toque perfecto y que quede mejor que en la realidad.
La casa se encuentra actualmente en venta por tres millones y medio de euros, por si alguien quiere invertir...
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